Gracias Carlos

Se llama Carlos Trillo.
He cometido el descuido de no preguntarle ni su edad, ni su fecha de compleaños.
Se que muchas veces me he quejado aquí de la falta de ganas de la mayoría de mis alumnos para el trabajo, para pensar. Pero siendo justo hoy debo rendirle honores a quién se lo merece.
Carlos se acercó a mí recién comenzó el año escolar para unirse al programa de Jóvenes por la investigación científica. Yo tenía muchas ideas y él también.
Comenzamos a trabajar con la teoría de que el campo magnético terrestre está comenzando a invertir su polaridad y de ahí nos seguimos.
Fue un año en que me tuvo que tener mucha paciencia y no yo a él. Hubo veces en que nos perdíamos estando en el mismo lugar.
Sin embargo, antier él recogió lo que sembró: fue a mi facultad (la de ciencias en la UNAM) y expuso el trabajo tantas veces revisado. Los miembros del jurado eran maestros de prepa como yo, y lo se porque el año pasado me toco a mí ser jurado.
Fue tan emocionante ver su cara cuando me busco y me dijo que le había ido muy bien, que había despedazado a la competencia y que el jurado sólo le aplaudió sin haber hecho preguntas, y no voy a negar que como su maestro me sentí y me siento tremendamente orgulloso de tenerlo, ahora no sólo como alumno, sino como amigo.
Hoy te quiero dar las gracias Carlos por haberme dado la tremenda satisfacción como maestro de haberte visto triunfar en algo tan importante para tí como es el proyecto de jóvenes por la investigación.
Hoy, el haber corrido, desvelado, desesperado, editado, fotocopiado, leído, visto, traducido, entendido y demás trabajo enorme que hiciste te dejó una gran satisfacción y debes sentirte orgulloso de lo que hiciste. Yo así me siento de tí y ojalá esa mente curiosa que tienes siga creando, buscando, pensando, indagando.
Hoy me hiciste sentir que este trabajo mío vale aun más la pena de lo que yo había pensado.
Gracias Carlos.