De la ilusión a la tristeza

Ayer recibí dos mails en particular que me provocaron emociones totalmente encontradas y no quise dejar de mencionarlo aquí.

Uno fue de mi amigo Ro, donde me contaba que, finalmente, las malditas visas para Canadá llegaron. No puedo negar que me dió muchísima alegría enterarme que el sueño al fin se puede cumplir. Algo que por momentos parecía imposible, ahora es una realidad.
Hace poco que nos vimos le dije a Ro: "Ten paciencia, ya llegarán". A veces es lo único que uno puede decirle a los amigos en momentos de desesperación, pero en este caso me sentí como un profeta y puedo decir que le atiné. Me siento muy bien por eso.

El otro mail fue de mi amigo Gabriel, a quien hace casi 20 años que no veo y ahora, por una comida que se va a organizar, tuve la fortuna de ponerme nuevamente en contacto con él.
Hace como 15 días mandó un mail diciendo que su esposa estaba embarazada y nos describía la emoción que le daba dicha situación. El mail de ayer decía que, desgraciadamente, el bebé decidió no estar con nosotros...y se fue.

Por alguna razón ambos mails me hicieron casi gritar de emoción. Emociones encontradas, como el cuadro de Van Gogh que precede a este texto: colores tan hermosos pintando una soledad tan terrible.
Así me siento hoy: muy feliz y muy triste, en pocas palabras...confundido.
Vaya un abrazo a mis dos queridos amigos, Ro y Gabriel, esperando que el camino sea más llevadero.
Cuentan conmigo.
Shine on.