A Antonioni
Todavía no me recupero de lo de Bergman. Apenas lo escribí hace unas cuatro horas y me entero de lo de Antonioni. No cabe duda que había mucha gente jugando ajedrez contra la muerte... y perdieron.
Mi relación con Antonioni es diferente de la de Bergman pero no menos intensa.
Lo descubrí en una época en que mi vida, emocionalmente hablando, era un desastre (no, no fue apenas ayer). Fue en 1996. Era un tranquilo día de clases normales en la facultad, si es que había alguno.
Ese día mi ánimo era tal que decidí perderme de todo y de todos. Llegué a la facultad, asisití a clase de siete y a las diez decidí que para mí el día había terminado. Mi ánimo era terrible, me sentía triste, solo, incomprendido, abandonado, confundido (insisto, fue hace mucho no en días recientes). Decidí recurrir a mi escape inmediato: leer (uno de los vicios que me dejó la universidad es traer conmigo un libro siempre). Pero la lectura ese día versaba sobre cosmología y la máquina de Türing ("La nueva mente del emperador" de Roger Penrose. Maravilloso, pero no apto para la depresión). Como la lectura me fue insuficiente, decidí recurrir a mi segundo escape cuasi inmediato (digo "cuasi" y no "casi" ya que "cuasi" es más cercano que "casi"): el cine.
Dado que era temprano y no era jueves, que era el día en que normalmente operaba el cineclub de la facultad, opté por irme al centro cultural. Vi anunciada "Al di la´delle nuvole" o "Más allá de las nubes". Un título perfecto si uno lo que quiere es escaparse aunque sea por dos horas (la gente que no sabe mucho de cine confunde esta maravilla con la porquería rosa de Cuarón "un paseo por las nubes")
Me sorprendió ver en la enorme sala del Julio Bracho sólo a una persona hasta la última fila. Al final sólo fuimos dos espectadores. Yo decidí sentarme enmedio y enmedio. Fue muy reconfortante no ver ni sentir a nadie a mi alrededor en un espacio tan grande, dado que eso era lo que buscaba.
La película comenzó y de repente apareció John Malkovich y al poco tiempo Jean Reno y Fanny Ardant y Peter Weeler e Inés Sastré. La película la dirigían Antonioni y Wim Wenders. Yo del primero no tenía referencia alguna, del segundo si por haber visto "Der Himmel über Berlin" o "Las alas del deseo" y "In weiter Ferne, so nah!" o "Tan lejos y tan cerca" o la maravillosísima "Bis ans Ende der Welt" o "Hasta el fin del mundo".
"Más allá de las nubes" está filmada en un tono ligeramente azul y presenta tres historias. Malkovich es un director de cine gringo que se va a Italia a buscar historias para filmar y son las tres que se presentan en la película. Además de que la película es una obra de arte, para rematar bien al momento de los créditos, la pantalla se torna azul cielo y comienza una canción de U2 que no había escuchado nunca "Your blue room". Nunca había experimentado una sensación de paz tan fuerte como la de aquel día. Antonioni me hizo recapacitar tantas cosas que no salió de la sala de cine la misma persona que entró. Si, ya se que soy muy clavado, pero era inevitable no sentirse diferente después de ver esa película, además del entorno: la sala cuasi vacía y mi estado de ánimo.
Después de esa película comencé a interesarme por la filmografía de Antonioni y descubrí "Zabriskie Point" que la musicalizó nada más ni nada menos que Pink Floyd, ¿cómo no me iba a gustar un director que contrató a dicho grupo para la música de un, por cierto, peliculón?.
En fin. Antonioni también se ha ido y al igual que Bergman nos dejó un legado maravilloso, digno de admiración y respeto. Desconozco si estarán en el cielo o en el infierno, pero lo cierto es que ambos podrán pasar pasar largas horas creando allá donde estén y el día que me muera por fin podré platicar con ellos.
Gracias señor Antonioni por haberme llevado a dar una vuelta Más allá de las nubes. Ahora Usted está ahí y espero que sea placentero, así como sus películas.
Ciao Michelangelo.
Mi relación con Antonioni es diferente de la de Bergman pero no menos intensa.
Lo descubrí en una época en que mi vida, emocionalmente hablando, era un desastre (no, no fue apenas ayer). Fue en 1996. Era un tranquilo día de clases normales en la facultad, si es que había alguno.
Ese día mi ánimo era tal que decidí perderme de todo y de todos. Llegué a la facultad, asisití a clase de siete y a las diez decidí que para mí el día había terminado. Mi ánimo era terrible, me sentía triste, solo, incomprendido, abandonado, confundido (insisto, fue hace mucho no en días recientes). Decidí recurrir a mi escape inmediato: leer (uno de los vicios que me dejó la universidad es traer conmigo un libro siempre). Pero la lectura ese día versaba sobre cosmología y la máquina de Türing ("La nueva mente del emperador" de Roger Penrose. Maravilloso, pero no apto para la depresión). Como la lectura me fue insuficiente, decidí recurrir a mi segundo escape cuasi inmediato (digo "cuasi" y no "casi" ya que "cuasi" es más cercano que "casi"): el cine.
Dado que era temprano y no era jueves, que era el día en que normalmente operaba el cineclub de la facultad, opté por irme al centro cultural. Vi anunciada "Al di la´delle nuvole" o "Más allá de las nubes". Un título perfecto si uno lo que quiere es escaparse aunque sea por dos horas (la gente que no sabe mucho de cine confunde esta maravilla con la porquería rosa de Cuarón "un paseo por las nubes")
Me sorprendió ver en la enorme sala del Julio Bracho sólo a una persona hasta la última fila. Al final sólo fuimos dos espectadores. Yo decidí sentarme enmedio y enmedio. Fue muy reconfortante no ver ni sentir a nadie a mi alrededor en un espacio tan grande, dado que eso era lo que buscaba.
La película comenzó y de repente apareció John Malkovich y al poco tiempo Jean Reno y Fanny Ardant y Peter Weeler e Inés Sastré. La película la dirigían Antonioni y Wim Wenders. Yo del primero no tenía referencia alguna, del segundo si por haber visto "Der Himmel über Berlin" o "Las alas del deseo" y "In weiter Ferne, so nah!" o "Tan lejos y tan cerca" o la maravillosísima "Bis ans Ende der Welt" o "Hasta el fin del mundo".
"Más allá de las nubes" está filmada en un tono ligeramente azul y presenta tres historias. Malkovich es un director de cine gringo que se va a Italia a buscar historias para filmar y son las tres que se presentan en la película. Además de que la película es una obra de arte, para rematar bien al momento de los créditos, la pantalla se torna azul cielo y comienza una canción de U2 que no había escuchado nunca "Your blue room". Nunca había experimentado una sensación de paz tan fuerte como la de aquel día. Antonioni me hizo recapacitar tantas cosas que no salió de la sala de cine la misma persona que entró. Si, ya se que soy muy clavado, pero era inevitable no sentirse diferente después de ver esa película, además del entorno: la sala cuasi vacía y mi estado de ánimo.
Después de esa película comencé a interesarme por la filmografía de Antonioni y descubrí "Zabriskie Point" que la musicalizó nada más ni nada menos que Pink Floyd, ¿cómo no me iba a gustar un director que contrató a dicho grupo para la música de un, por cierto, peliculón?.
En fin. Antonioni también se ha ido y al igual que Bergman nos dejó un legado maravilloso, digno de admiración y respeto. Desconozco si estarán en el cielo o en el infierno, pero lo cierto es que ambos podrán pasar pasar largas horas creando allá donde estén y el día que me muera por fin podré platicar con ellos.
Gracias señor Antonioni por haberme llevado a dar una vuelta Más allá de las nubes. Ahora Usted está ahí y espero que sea placentero, así como sus películas.
Ciao Michelangelo.