tan joven y tan viejo...like a rolling stone
Esta entrada tiene una frase de una maravillosa canción de Joaquín Sabina, joaquinito, quién tantas veces me ha hecho, sin él saberlo, llorar y reír, casi al mismo tiempo.
Es curioso como ahora que voy a cumplir treintaycuatro (si, así junto, así se dice), no tenga muchas ganas de celebrar. De hecho yo, que desde unos tres meses antes disponía todo para el que yo consideraba el mejor día del año, ahora no tenga ganas de casi nada. Pero hay una razón, muy personal, pero razón a fin de cuentas:
Mi mamá se murió cuando tenía treintaytres y últimamente he pensado que todos los años que yo había vivido (en tiempo) habían sido los mismos que los que había vivido ella. Nunca llegó a cumplir los treintaycuatro, y no es que me sienta una reencarnación de ella, es que han sido veintycuatro años, desde que ella se fue, muy difíciles emocionalmente hablando.
Siento hasta culpa de cumplir los años que cumplo (trago laaaargo de whisky para digerir la frase) ya que ella, como dije, nunca los alcanzó.
Pasado mañana, cundo llegue el día se que me estará viendo desde algún lugar poca madre, donde no hay miedos, no hay preocupaciones, no hay distancias ni tiempos, y se que desde ese lugar, al que todos llegaremos algún día, me hará un pastel como el último que me hizo (de superman) en mi cumpleaños número diez, junto con los miles de hotdogs que hizo para mi y para mis amigos.
Hoy me siento como la frase del título, ya le doblo la edad a algunos de mis alumnos, cuando no soy hasta más grande, pero los sigo entendiendo, sigo soñando con componer al mundo, sigo soñando con hacer algo grandioso, sigo emborrachandome de repente y quedándome afónico en los conciertos, sigo ideando técnicas para copiar en un examen, mentando madres de mi papá, volteando a ver una buenas nalgas, haciendo de todo un drama, llorando ante la injusticia y el hambre del mundo, riéndome de la gente grande y su innegable necedad, comiendo como cerdo, tratando de aprender a volar, aprendiendo cada día cosas que no se para que carajos me van a servir, haciendo trampa cuando juego, quedándome dormido para no llegar a trabajar, así que de momento, nada de adiós muchachos, cada noche me invento...tan joven y tan viejo, like a rolling stone.
¡¡¡¡¡¡¡¡Vengan los treintaycuatro!!!!!!!!.
Es curioso como ahora que voy a cumplir treintaycuatro (si, así junto, así se dice), no tenga muchas ganas de celebrar. De hecho yo, que desde unos tres meses antes disponía todo para el que yo consideraba el mejor día del año, ahora no tenga ganas de casi nada. Pero hay una razón, muy personal, pero razón a fin de cuentas:
Mi mamá se murió cuando tenía treintaytres y últimamente he pensado que todos los años que yo había vivido (en tiempo) habían sido los mismos que los que había vivido ella. Nunca llegó a cumplir los treintaycuatro, y no es que me sienta una reencarnación de ella, es que han sido veintycuatro años, desde que ella se fue, muy difíciles emocionalmente hablando.
Siento hasta culpa de cumplir los años que cumplo (trago laaaargo de whisky para digerir la frase) ya que ella, como dije, nunca los alcanzó.
Pasado mañana, cundo llegue el día se que me estará viendo desde algún lugar poca madre, donde no hay miedos, no hay preocupaciones, no hay distancias ni tiempos, y se que desde ese lugar, al que todos llegaremos algún día, me hará un pastel como el último que me hizo (de superman) en mi cumpleaños número diez, junto con los miles de hotdogs que hizo para mi y para mis amigos.
Hoy me siento como la frase del título, ya le doblo la edad a algunos de mis alumnos, cuando no soy hasta más grande, pero los sigo entendiendo, sigo soñando con componer al mundo, sigo soñando con hacer algo grandioso, sigo emborrachandome de repente y quedándome afónico en los conciertos, sigo ideando técnicas para copiar en un examen, mentando madres de mi papá, volteando a ver una buenas nalgas, haciendo de todo un drama, llorando ante la injusticia y el hambre del mundo, riéndome de la gente grande y su innegable necedad, comiendo como cerdo, tratando de aprender a volar, aprendiendo cada día cosas que no se para que carajos me van a servir, haciendo trampa cuando juego, quedándome dormido para no llegar a trabajar, así que de momento, nada de adiós muchachos, cada noche me invento...tan joven y tan viejo, like a rolling stone.
¡¡¡¡¡¡¡¡Vengan los treintaycuatro!!!!!!!!.